En una ocasión, un alumno de tan sólo 5 años, me dijo en clase “Para gustos… los yogures de sabores”. En un principio, me hizo gracia la adaptación del famoso dicho pero en realidad lo que más me gustó fue el hecho de que me hizo reflexionar sobre algo mucho más complejo y que me gustaría compartir con vosotros.
¿Quién no se ha sentido mareado en algún momento ante la gran variedad que hay de cualquier cosa en un hipermercado? Si queremos hacer una ensalada de nada (lechuga y tomate) tenemos que decidir si queremos una lechuga normal, sólo el cogollo, tipo iceberg,… o si preferimos un tomate de pera, raf, cherry,… ¿Qué pasa con los yogures? Pues la misma indecisión: naturales azucarados, sin azucarar, de sabores, con trozos, con esos bichitos que nos “facilitan” la digestión,… Por no hablar de los detergentes: superblanqueantes, que superblanquean y además nos quitan las manchas, tenemos los mismos quitamanchas independientemente o con suavizante incorporado,… En fin, un sinfín de productos que hacen que tardemos el doble o el triple en hacer la compra de lo que habíamos estimado.
En muchos casos, lo resolvemos comprando lo más seguro, lo de toda la vida; pero en otras, nos apetece cambiar y probar cosas nuevas. Así descubrimos nuevos sabores, resultados mejores a los conocidos y podemos seleccionar, de entre toda la variedad de productos, los que mejor satisfacen a nuestras necesidades generales y puntuales.
La gracia de todo esto creo que está en poder probar diversos productos y, por supuesto, poder tenerlos a nuestro alcance. Así que, lo que en un principio se planteaba como una problemática, desde mi punto de vista, tiene una parte muy positiva que podemos aplicar en nuestras aulas. Me explico.
¿Qué es lo que suele ocurrir en la escuela? Que nos sirven sólo yogures naturales y de vez en cuando, azucarados.
¿No creéis que, además de que tomar siempre el mismo tipo de postre resulta extremadamente aburrido, un único tipo de yogur no satisface todas mis necesidades y, es más no me permite conocer si me gusta o me conviene más otro tipo de yogur, según el momento en el que me encuentre?
Este sentimiento de recibir siempre lo mismo (y que encima no nos guste nada) lo expresaba muy bien Mafalda:
Cada persona tenemos unas características, unas necesidades, unas capacidades más desarrolladas de forma innata y otras que están por desarrollar,… tenemos diferentes estilos de aprender, de recibir la información y procesarla, de expresarnos,… y estas diferencias han de verse reflejadas en la forma en la que presentamos las situaciones de aprendizaje en nuestras aulas, en cómo planificamos y cómo evaluamos.
Nuestro método debe dar respuesta a todos los estilos por lo tanto no debemos repetir siempre el mismo postre, sino jugar con los sabores, las texturas, los aditivos,… nuevas metodologías, nuevas formas de trabajar,… conjugarlas de forma que ofrezcamos variedad y alternativas y así favorecer el aprendizaje real de nuestro alumnado desarrollando nuevas estrategias y capacidades.
Bien es cierto que somos capaces de hacerlo si tenemos algún alumno con necesidades educativas especiales y que requiere la elaboración y puesta en práctica de adaptaciones curriculares individuales pero, desde mi punto de vista, el gran reto del maestro reside en innovar y ser creativos permanentemente.
Son muchas las teorías que explican las diferencias entre las personas debido a su forma de hacer y de aprender. Si les echamos un vistazo, seguro que nos pueden ayudar a entender mejor a nuestro alumnado y nos ofrecen ideas para elaborar nuestros propios postres.
Algunas de ellas son:
¿Os atrevéis a cambiar de menú?
Me encanta experimentar con mis alumnos los comportamientos sociales, sus hábitos, su forma de pensar y reaccionar, y eso solamente puede ser a través del diálogo, la comunicación, el debate… El cerebro está cambiando… La gente cuenta sus ideas por WhatsApp igual que si estuviese con los amigos.. Cuando se pueden asistir a conferencias por web, o hacer entrevistas de trabajo por skype!! Lo importante es mantener la comunicación abierta… Abrir caminos, hacer escucha activa y encauzar las buenas ideas para OPTIMIZAR recursos a mayor velocidad…