Teléfonos “escacharrados”

¿Os acordáis de cuando jugábamos de pequeños al “Teléfono escacharrado”? Uno de los participantes comenzaba y le decía una frase a su compañero al oído, y éste tenía que transmitirlo al compañero de al lado y así sucesivamente. Cuando llegaba al final, se comparaba la frase con la original y normalmente nos provocaba risa porque se había distorsionado o modificado el mensaje. Este juego, como muchas otras dinámicas para realizar en grupos, nos demuestra que la comunicación es un acto que puede sufrir modificaciones en función de variables como número de personas por las que pasa el mensaje, habilidades del emisor, del receptor, del canal…

Todos hemos estudiado en el cole los elementos que intervienen en la comunicación y  no por eso la hemos mejorado. Conocer los elementos no garantiza que sepamos controlarlos para que nuestro mensaje llegue mejor. Y sin embargo, necesitamos la comunicación como herramienta para todos los procesos en los que estamos inmersos, para nuestra vida cotidiana. El proceso de comunicación es vital para las organizaciones, porque de él depende que se sea más o menos eficaz en el desempeño de las diversas tareas que hemos de realizar, no digamos ya si es en grupo.

¿Qué factores hemos de tener en cuenta entonces para que la comunicación sea eficaz y el máximo de existosa? En este punto hemos de detenernos en los diferentes tipos de comunicación: Verbal o No verbal, y los diferentes canales a través de los cuales se produce: hablada, escrita, telefónica… Comencemos con este vídeo:

¿Cuántas veces nos ha pasado esto? Hablamos con el cuerpo, y no nos aseguramos que nuestro interlocutor/es estén interpretando lo mismo que queremos decir. O también puede pasar al contrario, que lo que se interprete sea lo que realmente estamos diciendo con nuestro cuerpo aunque lo que digamos sea otra cosa. En el proceso de comunicación, un alto porcentaje (65%) ha de atribuirse a la comunicación no verbal, y es este tipo de comunicación el que está mediando y, en ocasiones, interfiriendo en que el mensaje llegue o no adecuadamente. Es fundamental, por tanto, cuidar los mensajes que emitimos con nuestro cuerpo y utilizarlos para enfatizar el mensaje verbal que estamos transmitiendo.

Es importante también cuidar nuestro lenguaje no verbal cuando escuchamos, pues muchas veces en nuestra habilidades de escucha reside que el mensaje llegue o no. Unas buenas habilidades de escucha permiten también un mejor proceso de comunicación.

Cada vez utilizamos más los medios digitales para comunicarnos, lo que nos permite ahorrar tiempo en muchos casos como es el caso del correo electrónico. Este medio ha sustituido en gran medida al teléfono, que era el medio más usado para resolver muchas de las gestiones, y ahora podemos usar además el correo electrónico que tiene la ventaja de que lo que se envía queda guardado. Sin embargo lo que es una ventaja también puede ser una desventaja, ya que hay que cuidar el lenguaje especialmente para que realmente pueda llegar como nosotros queremos. No todos los mensajes sirven para el correo electrónico, y si decidimos utilizar este medio para determinados temas hemos de utilizar signos de puntuación, apartados, etc. adecuadamente, como si de una carta se tratara. La comunicación escrita elimina el alto porcentaje de lo no verbal que hablábamos antes, y por tanto es difícil expresar estados de ánimo, bromas o ironías.

También pueden utilizarse los llamados Emoticonos, que permiten dotar de emocionalidad a nuestros mensajes escritos, pero probablemente sólo para los casos en que hay cierta confianza con el interlocutor. Y en todos los casos  no debemos olvidar que se trata de una herramienta de comunicación asíncrona en la que podemos escribir cuidando todos y cada uno de los detalles para que el mensaje llegue con claridad.

Por último, hemos de dedicar este post a las nuevas herramientas de comunicación que están proliferando de forma cada vez más presente, las redes sociales. Qué duda cabe de que las redes sociales son la comunicación en sí misma. Una red social en internet persigue conectar a gente, ponerla en contacto y lo hace a través de herramientas de comunicación: chat, mensajes directos, publicaciones en tu muro… Muchas empresas acuden al perfil de una persona en la red para conocer algunos aspectos de dicha persona. Esto hace que la comunicación a través de estos medios requiera de un cuidado específico para no dar lugar a malentendidos.