Hace ya muchos años que trabajo en el sector elearning y tengo que confesar que me he encontrado de todo. Muchos años de aprendizaje y evolución donde he podido comprobar que, da igual lo que evolucione la tecnología, las nuevas herramientas que se usen… lo importante es la metodología con que se piensan, se imaginan y se diseñan los entornos de aprendizaje online. Se puede ser muy innovador en cuanto a tecnología se refiere pero, en la gran mayoría de las ocasiones, se sigue pensando en formatos tradicionales de formación elearning.
Desde mi punto de vista qué es lo importante en un entorno de aprendizaje (sea presencial, blended o elearning 100%) que sirva para eso, para aprender. Esto parece de perogrullo pero escuchar o leer contenidos, no es suficiente para generar conocimiento. Subir pdfs o enlaces a youtube a nuestro moodle, no es elearning. Para aprender significativamente es necesario, escuchar, leer, “tocar”, practicar, compartir, discutir, intercambiar opiniones, equivocarse, sentirse retado,… sin emoción ni retos, se diluyen las ganas de aprender.
¿Qué sería del aprendizaje sin emociones? Éste es otro tema de entrada de blog pero lo que sí que me gustaría dejar constancia es que en elearning también es importante hacer sentir y provocar emoción con lo que se está aprendiendo y, para eso, la relación con los demás es imprescindible. Poder compartir lo que estamos viviendo es fundamental para generar sinergias y ampliar los puntos de vista.
En definitiva, según mi experiencia, la esencia y efectividad del elearning no reside en la tecnología que empleemos para desarrollar los contenidos (pdf, vídeos, animaciones flash o html5,… por ejemplo) sino en:
Y tú, ¿en qué dirección elearning estás pensando?